viernes, abril 27, 2007

Misión ad prometeo

"Llevar el fuego de las nuevas tecnologías hasta aquellas empresas que sientan la necesidad de transmitir sus ideas y desafíos a un mundo globalizado, desarrollando sitios Web de vanguardia con creatividad e innovación".

domingo, abril 22, 2007

Adios Shei


Tu alma llenó las nuestras, llegaste cuando aún llorábamos, y ahora nos estamos despidiendo, se que en algún lado nos encontraremos, tu correrás por aquellos prados con los cuales soñabas cuando movías tus patitas en las siestas de otoño, yo correré por los míos. Amiga, tu lengua no solo curó tus heridas, tus patas no solo caminaron tu camino, tu compañía fue un regalo que dios nos dejo al umbral. Aún puedo vernos, fuiste mi almohada y yo fui le tuya, cuando descansábamos en manada. Nos cuidaste, nos protegiste, nos amaste.
Nos veremos del otro lado compañera, se que me esperarás al lado de la puerta, como lo hacías en las madrugadas en las que volvía al hogar desde las lejanías. Ahí correremos y nos tiraremos al suelo para mordisquearnos, para saltar, ya sin las limitaciones que tu enfermedad y el tiempo, se encargaron de imponerte. Ahora fue tu tiempo, para el nuestro resta, pero sé que ahí estarás guardiana de nuestro corazón.
Hasta siempre hermosa, hasta siempre.

Optimismo

Jamás perdí una guerra, las batallas son solo circunstancia, coyuntura, transiciones, el camino entre la nada y la victoria misma. Para aquellos que crean que la carne me detiene, que mi existencia solo se limita a lo que ven, encontraran en mis pasos desde el más allá, desde la memoria de los que quedan, el espíritu de mis ideas prestando nuevas gestas. No perdí jamás una guerra, por que ya perdí todas las batallas, y aún me encuentro en el campo donde las armas hablan. En algún momento se detendrán, en algún momento escucharan a sus ambiciones o a sus cobardías, y cuando su matemática sea negativa, cuando empiecen a ver opacas y sin brillo a la victoria, es cuando la entregaran con un beso en la mejilla a mis hordas de ideales. Aquellos que ven el mundo desde los ojos de los demás están limitados a ser como los demás, con vidas sin sentido, con especulaciones que de nada coronan sus tumbas. Ríanse, como las hienas del león, juzguen, como vírgenes sin pecado, vivan sus hipocresías, que cuando descansen, cuando vuelvan a su nada, yo aún levantare mis banderas.